Agenda.pdf
A– En todos los años que estuve viviendo con Córdoba mi padre nunca pasó a visitarme. Nunca me llamó para pedirme la dirección donde estaba viviendo. Yo me cambié de domicilio varias veces, nunca le dije donde estaba viviendo y nunca me llamó para preguntarme cual era mi dirección.
1- Estuve viviendo en Belardinelli 4346 desde abril hasta junio. Unos chicos habían pegado un cartel en la facultad que decía comparto casa. Ellos habían alquilado una casa grande a muy buen precio y sub-alquilaban las habitaciones desocupadas. Ponele que habían alquilado la casa a 2500 y sub-alquilaban cada habitación a 1500. Los que alquilaron la casa eran una pareja de chicos jóvenes con un bebe de menos de un año. En la casa vivían la pareja y el hermano de la chica. El esposo estudiaba ingeniería en la universidad tecnológica. El me contó cómo conoció a su esposa: el era amigo del hermano de su esposa y este lo invitó a una fiesta. En esa fiesta conoció a la hermana de su amigo y tuvieron relaciones sin forro (Por como él era creo que nunca le había pasado de tener relaciones con una chica que recién conocía y sin pagar). A la semana la chica lo llamó, le dijo que estaba embarazada y se casaron.
Un dia vino de vista una amiga de su esposa y dijo que creía que me conocía de algún lado. Resultó que 2 años antes yo estaba viviendo con una chicos, unos hermanos de neuquén, y un día con ellos, y unos vecinos, fuimos a una fiesta que se hizo en una pensión que estaba ubicada en Villa Revol. En esa pensión vivía la amiga que vino de visita y la esposa del que me alquilaba la habitación. En esa fiesta estuvimos aproximadamente unos 15 minutos, en la vereda, no entramos y nos fuimos. Pero uno de los chicos con los que fuimos se puso a hablar con una chica chilena que vivía en esa pensión y se quedó a dormir con la chica. Al día siguiente nos contó que la chica era chilena, que tuvieron relaciones, que estaba asombrado cómo se drogaba la chica y el aguante que tenía y como chupaba. Resultó que la chica chilena que conoció el vecino de los el chico de neuquén en esa fiesta era la esposa que me sub-alquilaba la habitación.
Estuve viviendo poco tiempo en esa casa. No le dije a nadie donde estaba viviendo. Ningún pariente, ni mi padre, llamó para preguntar si me había cambiado de casa o que querían saber donde estaba viviendo. El otro día encontré que en una agenda vieja de mi madre figuraba Belardinelli 4346, B. Artigas. No tengo idea cómo consiguió la dirección. Yo encontré la casa por un cartel pegado en la facultad y solo estuve viviendo 2 meses. No tenemos conocidos en común y nunca le dije esa dirección a nadie. Nunca nadie de mi familia me preguntó donde estaba viviendo, nunca me llamaron para decirme que me querían pasar a visitar, o donde nos podíamos encontrar para hablar en algún lado. No se de donde obtuvieron la dirección. Si alguien no quiere dar la dirección por algo será, pero en este caso ni siquiera me preguntaron la dirección. ¿Cual era la gracia de hacer inteligencia para saber dónde vivía?, caer de visita de sorpresa?, hablar a mi espalda con la gente con la que convivia?
2- Luego estuve viviendo aproximadamente unos 6 meses en un departamento que alquilé en un barrio retirado de Córdoba. Encontré el departamento una vez que salí a caminar y vi un cartel en una ventana que decía alquilo departamento. Era una habitación con un baño al fondo de la casa donde vivían los dueños. Tenía entrada independiente por el garaje. No me pidieron otro requisito que pagar el mes por adelantado.
Estaba a una cuadra del anillo de la circunvalación, a 40 cuadras de la ciudad universitaria y pegado a una fábrica (Bahamas 4533, Barrio Artigas). La pared del departamento estaba pegada una maquina industrial para cortar metales que hacía un ruido constante y agudo, como cuando se quiebra una tiza en un pizarrón y te hace doler los dientes, que producían un zumbido y punzadas en los oídos que me duraban todo el día.
Yo estaba todo el día en la universidad, me levantaba todos los días a la 7hs de la mañana, a las 9hs sabía tener clase, me llevaba algo para comer y me quedaba hasta las 18hs en la biblioteca.
Aun cuando no estaba casi nunca en departamento a la hora en que funcionaba la fábrica, luego de estar viviendo unos meses me di cuenta que había perdido bastante audición en uno de los oídos, cuando dormía de costado, con un oido tapado por el colchón del otro oído no escuchaba casi nada.
Nunca le dije a mi padre donde estaba viviendo, ni a nadie de mi familia, ni tampoco le dije donde estaba viviendo a ningún compañero o amigo. Yo no conocía el apellido de la persona que me estaba alquilando y mucho menos sabía el teléfono de su casa. Lo unico que sabia era que la dueña estaba postrada yo le pagaba al marido, jubilado de unos 70 años. Nunca hablaba nada, lo veía muy poco, solo una vez al mes para pagarle el alquiler.
El otro dia encontré una agenda de mi madre del año en que estuve viviendo en ese departamento y vi una dirección que me llamó la atención: “Bahamas 4533” Yo no le di la dirección del departamento a nadie, ni a mi familia, ni a mis amigos o conocidos. Yo no sabía el apellido de la dueña de la casa y no conocía su número de teléfono. ¿Por qué mi madre tenía la dirección, el nombre de la dueña de la casa y el teléfono? ¿De donde saco todos esos datos si yo no le di a nadie la dirección y no no conocía el apellido de la dueña de la casa y no sabía su número de teléfono? ¿Se los dio la dueña de la casa? ¿Por qué la dueña de la casa no me dijo nada?
Mientras vivía en ese departamento fui a pasar navidad con mi padre y apenas llegue a La Rioja mi padre me dijo que tenía que ir a ver un medico clinico amigo del el. Yo pensaba lo peor. Fui al medico clinico amigo de mi padre, me pido unos analisis de sangre y orina y cuando le lleve los análisis los vio y me dijo que tenía que tomar paroxetina, un psicofármaco que lo tiene que recetar un psiquiatra y no un médico clínico por más amigo que sea de mi padre.
Por ese motivo me pelee con mi padre. Mi padre me dijo que si no tomaba el psicofármaco yo no le servía. A los dos días de haber llegado y un día antes de navidad me volví a Córdoba. Conseguí trabajo y me cambié de departamento.
3- Encontré una habitación de la misma forma que había encontrado el departamento anterior. Pasaba caminando, vi un cartel de alquilo habitacion, pregunte por la habitacion, pague el mes por adelantado y estuve viviendo en ese lugar aproximadamente 1 año (Lautaro 63, Las Flores).
Igual que con el departamento anterior, yo no le di la dirección a nadie, no sabía el teléfono del dueño de la casa pero en la agenda de mi madre de ese año figuraba la dirección, el nombre del dueño de la casa y el número de teléfono.
4- En la calle Mateo de Matos Nerón al 650 casi Cannes había una señora que tiraba las cartas y alquilaba habitaciones. Tenía 4 habitaciones para alquilar, 2 en el fondo del patio y 2 junto a su casa. En la puerta de entrada de su casa tenía un santuario con imágenes de santos y siempre había velas encendidas. Los chicos como broma le solían apagar las velas y la señora se enojaba.
La señora se había puesto de novia con un camionero jubilado y hacía solo unos meses que están viviendo juntos. Una vez tuvieron una discusión en el patio donde el hombre le reclamaba que se bañe más seguido porque parece que la señora se bañaba poco. Otra discusión que fue a los gritos y muy fuerte fue con una chica que alquilaba una habitación. La señora decía que la chica estaba seduciendo a su novio y por ese motivo la hecho de la pensión.
Una vez me atrasé por un día en el alquiler. Era un domingo, yo le dije que le iba a pagar el lunes y la señora a toda costa quería que le pague en el momento. En la mayoría de las pensiones se paga del 1 al 5, no te pueden echar un domingo porque no le pagas el día que vence el alquiler sino unos días después.
La señora quería que le pague, se metió en mi habitación y empezó a sacar mis cosas a la calle. Yo llamé a la policía y se armó un tremendo quilombo. La señora, el novio de la señora, y los familiares que habían venido ese domingo a visitarla me querían pegar incluso frente a los policías que habían venido. La policía no sabía qué hacer para que se calmen y no me peguen.
Luego estuve por poco tiempo en la calle Obispo Trejo 177 y Santiago Temple 183.
5- Luego estuve viviendo en una pensión de estudiantes y gente que trabajaba. Encontré la pensión por el diario. El aviso decía alquilo habitación por día y por mes. El dueño administraba 4 pensiones, 2 en Nueva Córdoba, una en el centro y otra en Barrio Güemes. La pensión donde estaba tenía unas 20 habitaciones, en algunas habitaciones había algunas parejas y en una habitación estaba viviendo un matrimonio con sus hijos. El encargado de la pensión se llamaba Julio, tenía unos 50 años y vivía en una de las habitaciones (Ilia 533, Nueva Cordoba).
Julio compartía todo con la gente de la pensión, varias veces nos hemos juntado a comer pizza con cerveza. Parece que no se puede confiar en nadie. Julio nunca me dijo que alguien estaba averiguando datos sobre mi, o que hablo con mis padres o que algún familiar le pidio su número de celular. Como en los anteriores casos, en la agenda de mi madre de ese año está anotada la dirección de la pensión, el nombre del encargado, Julio, y su número de teléfono celular. Yo no le había dicho a nadie donde estaba viviendo y mucho menos que el encargado de la pensión se llamaba Julio y tenía tal número de celular.
En la pensión había una chica que todos decían que trabajaba de prosti. Una vez yo estaba por salir, justo veo que ella salía y aproveché para seguirla. Se dio cuenta e hizo un escándalo. Se quejó con el encargado. Julio me llamó, me preguntó, yo le dije que no la estaba siguiendo, que tiene paranoia y está perseguida. Yo también tenía que ir al centro, ella salió antes, y por eso yo estaba caminando media cuadra detrás.
6- Luego estuve viviendo en Buenos Aires, en un hostel. que estaba sobre la avenida San Juan y en la agenda de mi madre estaba esa dirección. En este caso mis compañeros de hostel, algunos eran estudiantes y otros extranjeros que estaban de vacaciones decidieron tomar el hostel. Esa noticia salió en todos los diarios, salió en la nación, en infobae, en clarín como “turistas toman un hostel en San Telmo”. Yo no estaba muy de acuerdo con la toma y mi cara no salió en ningún medio.
Después me cambié a un hotel familiar en Recoleta y en la agenda de mi madre figura el nombre del hotel, la dirección y el teléfono de la encargada. Igual que en los casos anteriores, yo no le dije a nadie donde estaba viviendo y mucho menos di el teléfono de la encargada del hotel (Soler 3381).
Nunca nadie me preguntó donde estaba viviendo yo no le di a nadie la dirección. Mucho menos le di el teléfono del encargado, el nombre del encargado, el nombre del dueño de la casa y en muchos casos yo no sabía el nombre, ni el teléfono del dueño de la casa que estaba viviendo y estaba al lado de la fábrica. No sé cómo ni con qué finalidad averiguaron todos esos datos. Si querian saber esos datos no hubiera sido mejor que me preguntar, dar razones, y yo decidir si quería o no quería dar esos datos.
B- A principio de año, en plena pandemia, viajé de Salta a Cordoba Sonia Rosales, la ex-esposa de mi hermano, y pasé 10 días en la casa de mi madre. Cuando yo le pregunté que había venido me dijo que había venido en avión y que mi madre la había ido a buscar al aeropuerto. Luego me enteré que todo era mentira. No había venido en avión sino que había venido en colectivo. No solo me había mentido Sonia, sino que mi madre le había pedido que me mienta. También le había dicho a la vecina y al hermano de Sonia que si yo preguntaba me tenían que decir que Sonia había venido en avión y no en colectivo. Mi madre había obligado a otras personas a que me mientan.
No sé la relación que tiene mi madre con Sonia, ha venido varias veces sola, sin mi hermano y sin el nieto, se suele quedan 15 días y había conversaciones raras en el celular. La última vez que vino se negaron, tanto mi madre como Sonia, a que durmiera en una habitación apartada de la casa y quería dormir junto a mi madre.
De Salta a Córdoba en colectivo son 12 horas de viaje, todos amontonados, compartiendo baño y los aires acondicionados de los colectivos no tienen filtro anti-covid sino que hacen recircular el virus en toda la unidad. Mientras que un viaje en avión de Salta a Córdoba tiene una duración de menos de 1 hora y los aviones tienen filtro anti-covid lo cual los hace mucho menos riesgosos que los colectivos. ¿Yo no tenía derecho a saber la verdad para tomar una decisión?. ¿Porque se creyeron con derecho a mentirme y obligar a otra gente a que me mienta?
Unos días antes de que empiece la pandemia, el fin de semana del 14 de febrero, día de los enamorados, mi madre viajó a Buenos Aires con Sonia, su ex-nuera, solas, y se hospedaron en un lujoso hotel del barrio de Recoleta. Para una explicación es mucha coincidencia y para la otra mucha perversión.
De chico nunca me controlaron, podía hacer lo que quisiera, estudiar una asignatura o estudiar la otra libremente. Hay familias donde los padres controlan las notas de sus hijos. Yo vengo de una familia donde nunca me obligaron a estudiar, nunca me controlaron si estudiaba, nunca tuve penitencia por no estudiar, nunca me tuve que ratear, ni fingir una enfermedad, sino quería ir a la escuela no iba. Nunca tuve una amonestación, ni oculte el cuaderno de comunicaciones o falsifique una firma de mis padres.
En algunas familias, al mediodía o a la noche, se juntan todos a comer. Se apaga el televisor para que se pueda conversar. Yo vengo de una familia donde nunca se compartió una comida, yo comía a una hora, mi hermano a otra, mi madre a otra. Nunca nos juntamos todos juntos a la mesa.
Las familias que controlan a sus hijos nunca dejarán solos a sus hijos sin el cuidado de un adulto. Mi madre había empezado a trabajar en la escuela especial y se había hecho amiga de Susana Avendaño que vivía en Córdoba capital. Los sábados a la mañana se iva a visitarla y solía volver a la medianoche. Cuando yo tenía 10 años, y mi hermano 8 años, los fines de semana nos quedamos solo todo el día en la casa. A la noche mi hermano se quedó dormido, yo veía televisión hasta que terminaba la programación y cuando el televisor quedaba con lluvia tenía un miedo bávaro.
Estaba solo en la casa, tenía 10 años y mi hermano 8, y no había forma de despertarlo. Lo movía, lo golpeaba, le gritaba y nada, no se despertaba. La única forma de despertarlo era apretandole la nariz. Al día siguiente me retaron, mi madre y la Cristina Gomez me dijeron que no había forma de despertar a mi hermano, que tapándole la nariz lo podría haber matado.
Era una casa prefabricada de madera, no teníamos reja, estaba en en un barrio retirado del pueblo, no teníamos vecinos al costado de la casa, era todo sitios baldíos, el patio estaba abierto, atrás también había un sitio baldío y al frente había una plaza. Hacía pocos días que habían entrado a robar a la casa, se habían llevado dos bicicletas y sospechábamos de unos vecinos que vivían al frente de la plaza. Cuando me quedaba solo tenía miedo a los fantasmas, no era consciente del riesgo real al que estaba expuesto. Al año siguiente, en sexto grado de primaria, fui con uno de los que sospechaba que había entrado a la casa a robar.
No se la relación que habría tenido con Susana Avendaño, pero cuando se hicieron más amigas íbamos nosotros también a su casa, nos quedamos todo el fin de semana, nosotros dormíamos en una habitación solos y mi madre no dormía en la habitación, dormía en otra habitación.
Una forma de protesta que tienen los chicos es no comer. No come porque está enojado y la madre se preocupa. O no le gusta tal comida. Yo me podría haber muerto de hambre si se me hubiera ocurrido protestar de esa forma. A mi me costó entender el concepto de huelga de hambre que alguien se preocupe porque no come.
Gracias a dios de chico no tuve ninguna enfermedad grave. Podía estar volando de fiebre y para mi madre no era nada y no era motivo para ir al médico. Con lo del coronavirus se debe haber asombrado que 38 grados se considera fiebre, toda la vida debe haber creído que tener fiebre es tener más de 50 grados de temperatura.
Cuando mi prima Carolina Subils vino a estudiar a Córdoba mi madre nos decía que teníamos que ir a visitarla porque estaba sola en Córdoba y no tenía amigos. Yo estuve solo toda la vida y nadie se preocupo, estuve solo en todos mis cumpleaños, pase solo el cumpleaños de 12 años, el de 13, el de 14, el de 15, el de 16, el de 17, el de 18 y eso no llamó la atención a nadie. En su momento yo pregunté a mi madre que es psicóloga que podía hacer para hacer amigos y ella me dijo que ella no se iba a poner vieja escuchando mis problemas, que ella tenía que vivir su vida y no ponerse vieja.
Recuerdo una vez que para navidad no salí de mi cuarto. Me acosté temprano y no festeje navidad. Nadie se preocupó, me llamó una vez y debe haber pensado que salí. Al día siguiente nadie preguntó nada. No vengo de una familia que se controle.
Y resulta que ahora, después de viejo, quiere hacer espionaje para controlar donde estoy viviendo, averiguar el teléfono de los encargados de la pensión donde vivo, de la dueña de la casa que me alquila.
En algunas familias puede ser normal el control (hacer espionaje para saber donde vive, conocer el nombre del encargado o del dueño de la casa, saber el celular del encargado) pero en mi familia nunca importo lo que hacen los demás. Nada había cambiado para este cambio tan grande, no se había jubilado, seguía yendo al gimnasio, haciendo yoga, expresión corporal, por lo que decía la agenda estaba haciendo un posgrado en la ciudad universitaria sobre psicoterapia gestáltica con Mario Sassi.
C- Lo ideal seria ir al psicologo pero mi madre dice que no hay que ir al psicologo, que hay que olvidar, que si voy al psicologo me van a internar, que me van a dar psicofármacos, que mejor haga homeopatía o que tome flores de bach. No entiendo como siendo psicóloga, habiendo hecho un postgrado en psicoterapia gestáltica con Mario Sassi, me dice que no hay que ir al psicólogo y cuando insisto se pone a gritar y me dice que la voy a matar de un infarto. Porque no se puede hablar para aclarar todo y que no queden sospechas y obtener una buena explicación sobre las dudas que tengo tal vez sea solo producto de la casualidad y coincidencias. No se entiende como una psicóloga diga que no hay que ir al psicólogo porque me van a medicar, porque me van a internar. No se puede medicar a alguien sin su consentimiento, ni internar a nadie contra su voluntad, parece que nunca leyó la ley de salud mental, no se entiende como se recibió de psicóloga y como hizo para trabajar en una escuela especial, por tu bien no tenes que ir al psicólogo porque te van a dopar, tenes que olvidar, tenes que probar con homeopatía, no hay plata para ir a un psicólogo.
Consulta.pdf
Estudié licenciatura en psicología hasta cuarto año, me faltó la tesis y algunas materias optativas. Fui ayudante de cátedra de técnicas psicométricas y de problemas epistemológicos de la psicología. Me interesaba la psicología cognitiva y por eso empecé a estudiar ciencias de la computación en la facultad de matemáticas. De a poco fui dejando la psicología y empecé a dedicarle mas tiempo mas tiempo a las materias de la carrera de computación.
Tengo algunos síntomas de un trastorno obsesivo-compulsivo, rituales obsesivo-compulsivo ante situaciones de ansiedad, dudas, cuando me voy, de sí cerré bien la puerta de calle, cuando me voy a dormir reviso varias veces si están bien cerrada la llave de gas y si todas las hornallas de la cocina están cerradas, muchos antes de la pandemia ya me lavaba varias veces las manos.
Además tengo dificultades para relacionarme, nunca fui de tener muchos amigos, ni tampoco fui muy bueno relacionandome con mujeres. Pero los síntomas obsesivos-compulsivos y la dificultad para relacionarme con personas en este momento de mi vida no es problema, desde hace unos años me preocupa otra cosa.
Hace unos años, cuando estudiaba psicología, fui a hacer psicoterapia en un lugar que se llamaba centro de investigaciones psicológicas. El director de ese centro sabía dar una materia optativa no permanente en la facultad de psicología. Actualmente ese centro no existe, ahora esa misma gente tiene una fundación que se llama Villa Luz y se dedican a la medicina alternativa ayurveda.
Te cuento como me fue en el centro de investigaciones psicológicas. La primera entrevista fue con Eduardo Sassi, las siguientes sesiones fueron con Adriana Elaskar. Me recetaron paroxetina, un psicofármaco. Yo le dije que no iba a tomar psicofármacos, pero parece que la terapeuta no entendía. Insistió en varias oportunidades. Estuve yendo durante aproximadamente 5 meses y en varias oportunidades insistió en que tenía que tomar paroxetina.
Luego de un año sin ver a mi padre (había pasado dos años de haber ido a ese centro psicológico) fui a La Rioja a pasar navidad con mi padre. Apenas llegué mi padre me dijo que no me veía bien y que tenía que ir a ver a un médico. Al día siguiente de estar en La Rioja fui a ver a un médico clínico, amigo de mi padre. El médico no tenía formación en psicología, ni en psiquiatría yo no le había contado ningún tipo de problema psicológico, ni de ningún otro tipo y me receto paroxetina, el mismo psicofármaco que dos años antes la terapeuta insistía en que tenía que tomar.
Hablé con el médico clínico y le pregunté por qué me había recetado psicofármacos. Luego de una discusión me dijo que me receto paroxetina porque mi padre le había pedido que me recete ese psicofármaco. Le pregunté a mi padre si había tenido comunicación con la psicoteraperuta a la que yo había ido dos años antes. Me dijo que no, y que si no tomaba lo que me receto el médico me tenía que ir de La Rioja porque yo no estaba bien y así no le servía.
Yo tengo la sospecha de que la terapeuta del centro al que fui se comunicó con mi padre y le habló de la importancia de que tome paroxetina. Salvo que sea un diagnóstico grave esto viola el código de ética, los derechos humanos y la ley de salud mental. Yo no sé cuál fue el diagnóstico, ni el motivo por el cual la terapeuta se pudo haber comunicado con mi padre. Mi padre dice que no sabe nada, que fue el médico clínico el que me lo receto.
La navidad del año anterior al que mi padre me quisiera obligar a tomar paroxetina, mi padre me dijo que fuera al negocio que tenía en Catamarca, porque él iba a estar en Catamarca. Cuando llegué a Catamarca me dijo que se le complicó, que se iba a quedar en La Rioja y que yo no viajaría a La Rioja porque no tenía plata para el pasaje. Con vergüenza y escondiendome de los empleados pase solo navidad y año nuevo en el negocio de Catamarca.
El año anterior al que pase navidad y año nuevo solo en Catamarca, fui a La Rioja, pase la navidad con mi padre en La Rioja, pero luego de pasar navidad me dijo que no me podía quedar para pasar año nuevo, que me tenía que ir, me dio plata y me dijo que no me quería ver, que no me fuera a aparecer, que el iba a a pasar año nuevo con unos amigos de él. Mi padre todos los años alquilaba una casa y se iba todo enero de vacaciones a Mar del Plata. Mi hermano y yo solamente fuimos una vez, cuando yo tenía 10 años, desde esa vez no volvimos a ir nunca más.
Mi padre no me vio mal apenas llegue a La Rioja y me dijo que fuera a ver un medico clinico amigo de el. No es creíble que mi padre me haya querido dar psicofármacos porque no me vio bien. No es creíble que el médico clínico amigo de mi padre, sin formación en psicología, ni en psiquiatría, sin hablarle contado ningun problema justo me haya recetado el mismo psicofármaco que dos años antes la terapeuta del centro de psicología en córdoba insistió que tome. Lo veía a mi padre una vez al año y como mucho me quedaba una semana en su casa.
Yo vivía en Córdoba Capital. Estuve viviendo en varias pensiones, siempre me estaba cambiando a una pensión mejor y más barata, creo que en ninguna pensión estuve viviendo más de un año. Al principio le daba la dirección de la pensión donde estaba viviendo mi padre, pero como nunca me paso a visitar deje de avisar cuando me cambiaba de pensión. Yo pensaba que nadie sabía donde estaba viviendo, no tenía muchos amigos, nunca invité a ningún amigo a la pensión y nunca le di la dirección de la pensión a nadie.
Mi madre vive en un pueblo del interior de Córdoba. Desde que empezó la cuarentena estoy viviendo en la casa de mi madre. Revisando unos cajones encontré unas agendas viejas de mi madre. En las agendas de los años en los cuales yo estuve viviendo en pensiones encontré anotada la dirección de la pensión, el nombre de la dueña de la pensión y el teléfono de la dueña de la pensión. Yo no sabía el nombre de la dueña de la pensión y mucho menos su teléfono, yo le pagaba el alquiler al encargado.
Una de las pensiones quedaba en un barrio alejado de córdoba, a más de 30 cuadras de la ciudad universitaria, había encontrado la pensión por un cartel en la puerta que decia alquilo habitacion, no hay contactos en común, nadie sabía donde estaba viviendo, como pudo mi madre obtener la dirección, el nombre de la dueña de la casa y su teléfono?
Nadie sabía donde estaba viviendo entonces cómo obtuvo las direcciones de las pensiones. De donde saco el nombre y teléfono de la dueña de la pensión donde vivía. ¿Hicieron trabajo de inteligencia? ¿Si mi padre o mi madre necesitaba saber donde estaba viviendo porque no me lo pregunto?. ¿Si la dueña de la pensión llamó por algo a mi padre o a mi madre porque no me dijeron que la dueña de la pensión los llamó? La dueña de la pensión nunca me dijo que se comunico con mis padres, ni me pidió los teléfonos para poder comunicarse con ellos.
No tengo explicación de cómo mi madre consiguió la dirección de las pensiones, el nombre y teléfono de la dueña de la pensión. Atando cabos todas las hipótesis pueden parecer paranoicas. Le pregunté a mi madre y dice que no sabe, que se olvidó, que no recuerda. Dice que tengo que olvidar, que no es importante, que así sigo asi no voy a progresar en la vida, que no tiene sentido las preguntas que hago, que yo la hago poner nerviosa y la voy a matar de un infarto, que le estoy quitando años de vida.
No quiero volverme más paranoico y empezar a desconfiar de todo. Puede ser que este relacionado con el tema del centro psicológico al que fui y con la paroxetina. No quiero volverme paranoico, puede ser que me hayan hecho un diagnóstico de esquizofrenia o algo por el estilo, puede ser que esto solo es la punta de iceberg. Creo que me han hecho pasar por loco. Pero aun cuando hay pensado que lo mío era un trastorno grave, todo paciente tiene derecho a ser informado , no es algo que me parece a mi o que solo esté en tratados de derechos humanos, está en la propia ley de salud mental. Aun en los casos de esquizofrenia, delirios y alucinaciones los pacientes tienen derecho a ser informados cuando cesa la situación de riesgo, lo dicen la ley de salud mental.
Mi madre me tendría que haber preguntado dónde vivía y yo darle la dirección o explicarle los motivos por el cual no quería que sepa donde viva pero en ningún caso alguien se puede poner a hacer inteligencia para averiguar donde vivo. Si la dueña de la pensión se comunicó con mi madre por algún motivo, mi madre me tendría que haber dicho que una señora se comunicó con ella y le dijo tal cosa.
Mi padre me tendría que haber dicho que se comunicó con el tal persona y le dijo que yo necesitaba tomar paroxetina y me negaba. La terapeuta me tendría que haber dicho que dado que yo me negaba a tomar paroxetina ella iba a conseguir el teléfono de mi padre y le iba a informar de esta situación.
Existe alguna relación con el centro de investigaciones psicológicos, la terapeuta que me quería dar paroxetina, el médico amigo de mi padre que me quería dar paroxetina, las direcciones de las pensiones en donde estuve viviendo, el nombre y teléfono de las dueñas de las pensiones o es todo una simple coincidencia. Es coincidencia que un médico clínico que recete psicofármacos, a pedido de mi padre, y que ese mismo psicofármaco sea el que me receto una terapeuta varios años antes?
Yo estudié hasta cuarto año psicología, fui ayudante alumno de problemas epistemológicos de la psicología y de técnicas psicométricas, me interesaba la psicología cognitiva por eso empecé a estudiar licenciatura en ciencias de la computación en la facultad de matemática. Quiero saber si solo es coincidencia el tema de los psicofármacos, quiero saber cómo consiguieron las direcciones de las pensiones donde estuve viviendo y el nombre y teléfono de las dueñas de la pensión.
Un poco de contexto
Si bien lo que quiero saber el tema de los psicofármacos que queria que toma mi padre y el tema de las direcciones, nombre y teléfono de las dueñas de las pensiones donde estuve viviendo, para poner en contexto te cuento como fue mi infancia.
Mis padres se separaron cuando yo tenía 3 o 4 años. Un año después mi madre se pelea con toda la familia de mi padre. Desde los 5 años hasta los 10 años no vimos a nadie de la familia de mi padre, ni abuelos paternos, ni tíos, ni primos..
A partir de los 10 años empezamos a volver a visitar a mi familia paterna. Cuando íbamos a visitar a mis abuelos paternos y decían que éramos hijos de Hector, la gente miraba de forma extraña y hacia bromas que no alcanzaba a entender.
Hasta los 20 años yo no sabía los motivos de la separación de mis padres, ni porque mi padre se había exiliado unos años en el exterior, ni cuál era la causa por la cual no pudimos ver a nadie de mi familia paterna durante tantos años..
Mi padre se había ido al exterior porque había armado una mesa de dinero y además tenía una mueblería en sociedad con un amigo de la familia. La muebleria vendía a crédito, el cliente firmaba un pagaré y con cada cuota pagada se le daba un recibo. Un día, cuando yo tenía 4 años, mi padre se fue con toda la plata de la mesa de dinero y además revenido los pagaré de los clientes de la mueblería a una empresa de cobranza. Toda la gente del pueblo tuvo que pagar dos veces lo que compro en la mueblería, mi abuelo se tuvo que hacer cargo de parte de la deuda..
Mi padre se peleó con la familia de mi padre porque mi madre en un primer momento permitía que fuéramos a visitar a mis abuelos paternos siempre y cuando no viéramos, ni tuviéramos contacto con mi padre. Mi abuela me dijo que en una de las visitas vi a mi padre, yo se lo conté a mi madre, y por ese motivo mi madre se peleó con la familia paterna y se cortó la relación desde los 5 hasta los 10 años. Mi abuela me dijo que ahora entendía que no había sido culpa mía porque yo era muy chiquito.
Mi tía paterna me dijo que cuando yo habré tenido 5 años pregunte si las mujeres se besan en la boca, porque había visto a mi madre besarse en la boca con una amiga. Mis abuelos paternos y mi tia paterna consultaron a un abogado que le dijo que no era facil probar la homosexualidad de mujeres y que era muy dificil que la justicia le diera la tenencia. En el pueblo era un secreto a voces que mi madre estaba de novia con chica, vecina de toda la vida, todo el pueblo lo sabía.
Yo teníamos prohibido decir que Cristina, la amiga (novia) de mi madre, se quedaba a dormir en la casa y porque cada dos por tres mi madre se peleaba con su propio padre y con sus tias, las hermanas de su padre. Ellas eran muy católicas, no querían que mi madre se juntara con esa amiga, mi madre no le hacía caso y se pasaba en el pueblo esas amigas.
Tuve una infancia muy difícil, me costaba integrarse en un grupo de chicos. Si bien no sufrí bullying, en la escuela primaria la pasaba muy mal en los recreos porque siempre estaba solo, no podía hablar con nadie, no sabia que decir, no podía integrarme a ningún juego en grupo. No recuerdo que me hayan invitado a ningún cumpleaños, en mi casa tampoco me festejaban mis cumpleaños.
Mi madre, además de psicóloga, fue maestra mía en la escuela primaria cuando tenía seis años, en primer grado de la escuela primaria, y en cuarto grado. Recuerdo que en varias oportunidades yo le conté mi problema para integrarme en grupo y le pedí ayuda para solucionar el problema y ella me dijo que ese no era su problema, que ella tenía que vivir su vida y no se iba a poner vieja con mis problemas, que lo tengo que solucionar solo.
Recuerdo en el cumpleaño numero doce decirme a mí mismo que este era el último cumpleaños que lo iba a pasar solo, que este año iba a esforzarme por hacer amigos y llegaba el año siguiente y volvió a pasar el cumpleaño solo y haciendo la misma promesa de no pasar el próximo cumpleaños solo.
Mi adolescencia fue aún peor que mi infancia. No tuve novia, no sabía cómo avanzar con las chicas, veía como mis compañeros se cogían a todas y a mi me rechazaban todas. Además tampoco sabía que de última, si no te dan bola las chicas, podes ir a un cabaret, sin sentirte inferior o sentirte menos por eso. Viendo a la distancia era imposible que hubiera levantado a alguna mina, no sabia que decir, nunca tuve una figura paterna para aprender..
Yo empecé a estudiar licenciatura en psicología en la universidad de Córdoba. Un día fui al banco a averiguar los requisitos para sacar una tarjeta de crédito y me informaron que estaba en el veraz como moroso incobrable. Yo no tenía idea, nunca había pedido ningún crédito ni nada por el estilo. Resultó que mi padre me había falsificado la firma, había puesto un comercio, estaba operando con mi nombre y no había pagado impuestos.
Cuando empezó la pandemia me vine a vivir a la casa de mi madre. Me enteré que para mi madre a mi me gustaba estar solo en los recreos, a mi me gustaba no integrarme, ni jugar con nadie en los recreos. Supongo que debe creer que todo lo que escribí en los párrafos anteriores lo hubiera disfrutado, me hubiera gustado, o no hubiera existido. Ella dice que la única que sufrió fue ella porque cuando mi padre desapareció ella tuvo que salir a trabajar y nosotros éramos chicos y no teníamos conciencia. Habla sobre mi infancia y pareciera que estuviera hablando de otra persona o que hubiéramos vivido en mundos completamente distintos. Dada esta falta de empatía, la falta de registro del otro y negación que muestra, lo que más me preocupa es lo que puede haber sucedido con lo que cuento a continuación.
Todo lo que digo en los párrafos anteriores no es el problema que tengo actualmente. Mi problema actual es otro. Hace unos 20 años fui a un consultorio psicológico. Yo buscaba una psicoterapia cognitivo conductual o de entrenamiento en habilidades sociales. Buscaba con la terapia aprender a levantar minitas. No importaba cuánto costaban las sesiones, necesitaba aprender a relacionarme con las chicas. La primera entrevista la tuve con un psicólogo y las siguientes sesiones fueron con una psicoterapeuta que era psiquiatra. La psicoterapia me dijo que tenía que tomar paroxetina, un psicofármaco. Yo le dije el tipo de terapia que buscaba y que no iba a tomar psicofármacos. Cada tanto la psicoterapeuta insistía en que tenía que tomar paroxetina.
Luego de estar llendo 4 meses empecé a sospechar que la teoría no era cognitivo conductual, ni de entrenamiento en habilidades sociales. Le pregunté a la terapeuta y me dijo que ella era psicoanalista lacaniana y que cuando creía oportuno usaba técnicas de la psicoterapia cognitiva conductual. Además me dijo que mi problema era otro, que no era que me costaba relacionarme con las chicas y que tenía que ir a visitar a mi madre porque hacía varios años que no iba a verla.
Después de decirle de todo a la terapeuta sali pateando todo lo que encontraba, puteando y con una bronca que no me podía contener. No era para menos, estaba pagando un dineral por una psicoterapia que no era, para solucionar un problema que luego de 4 meses la terapeuta me dice que ese problema no es importante. Con una bronca bárbara que necesitaba descargar fui a la casa de mi madre y empecé a tirarle piedras a las ventanas.
Yo pensaba que todo había quedado en eso, en una mala experiencia con una psicoterapeuta y en un momento de bronca y furia. Pero unos años después fui a visitar a mi padre, luego de mucho tiempo sin verlo. Apenas llegué mi padre me dice que no me ve bien y que tengo que ir a un médico clínico amigo de él. Voy a ver al médico clínico y el médico me dice que tengo que tomar paroxetina. El mismo psicofármaco que quería que tome la psicoterapeuta.
Como esto, hubo muchas otras cosas, pueden ser solo coincidencias o tal vez no. Cosas que pasaron en la facultad, cosas que dijo la señora que cuidaba a mi abuela paterna, cosas que dijo la señora que limpiaba la casa de mi hermano. En la cuarentena me vine a vivir a una casa que tiene atrás mi madre. Encontre una agenda de mi madre vieja, de unos 20 años atrás, que tiene una anotación que tal vez sea coincidencia o tal vez no.
Mi padre le pidió a un médico clínico (amigo de mi padre) que me recetó paroxetina, el mismo psicofármaco que dos años antes me había recetado una terapeuta a la que fui y yo no quise tomar. Fue el mismo medico clinico me dijo que me receto paroxetina porque mi padre se lo pidió. Yo no le había dicho a mi padre que había ido a hacer psicoterapia y me habían recetado paroxetina. La psicoterapeuta debe haber averiguado el teléfono de mi padre, se debe haber comunicado con mi padre, y le haya dicho que yo necesitaba tomar paroxetina y me negaba.
No fue cuál habrá sido el diagnóstico, pero debe haber sido lo suficientemente grave como para que mi padre lo aproveche y me robe mi identidad. Descubrí que hasta la línea de celular y el plan de celular que él estaba usando la había sacado con una fotocopia de mi documento sin que yo supiera nada. Había un negocio fantasma en La Rioja a mi nombre, las importaciones y exportaciones de muebles las hacía a mi nombre sin que yo supiera nada. Llegaron un montón de cartas documentos al domicilio de mi padre intimando pagos, un oficio judicial, me dejó en el veraz como moroso incobrable sin que yo supiera nada. Mientras que yo inocentemente estaba estudiando en Córdoba, viviendo en una pensión, con la plata que solo me alcanzaba para como arroz y fideos, una vez al mes podía comer carne, nunca salia a ningun lado, no me podía comprar ropa y no tenía una campera para el invierno, en invierno andaba disfrazado dos pullovers.
Mi madre dice que no sabe cómo aparecieron en su agenda las direcciones de las pensiones donde estuve viviendo y el nombre y teléfono de la dueña de la pensión. Mi madre dice que no le quiere preguntar a mi padre lo del tema de la paroxetina porque mi padre se me va a cagar de risa. Dice que no es importante, que lo mio no son problemas, son ridiculeces, que tengo que olvidar, que por eso no progreso en la vida, porque estoy en el pasado, que la gente se me va a cagar de risa.
“…Tienes que olvidar, vivis en el pasado, decile a alguien esto y se te va a cagar de risa, ademas quien te va a creer, yo soy profesional y vos no sos nada, ni un título, toda la gente en el pueblo me valora por cómo progrese, no te metas con los poderosos porque vas a perder, hay chicos que los padres los abandonan en un orfanato y no se quedan de nada, trabaje en la escuela especial y los chicos abandonados vieras como hablan de sus padres, a vos no te da verguenza los planteos que traes, las cosas que decis no tienen importancia, hay que olvidar…”
Me costó muchísimo poner esto en palabras. Tal vez sea paranoia o tal vez la terapeuta me hizo pasar por loco, como que tuve un brote psicótico, le dijo a mis padres que tenía psicosis y necesitaba ser medicado. Tengo paranoia?, estoy agrandando o armando una historia de algo chiquito que pasó? o en realidad la psicoterapeuta me hizo pasar por loco y le dijo a mis padres que tenía psicosis y la terapia que hice desencadenó un brote? Este es mi problema actual, esto es lo que necesito solucionar.
Me gustaria saber como se enfocaría usted la psicoterapia, cual seria la estrategia. Vería cuál es la evidencia empírica o descarta todo como delirio paranoico? Psicoterapia individual, o de familia? ¿Necesitaria entrevistar a mi madre, o algún otro familiar?
Unos meses antes de que empiece la pandemia fue con una psicóloga. En la entrevista inicial le conte todo esto como pude. La psicóloga me dijo que no me podía atender y no me dio motivos. No se si es porque pensó que lo que dije sobre mi padre era mentira, que ningún padre puede estafar a su propio hijo, no si si habrá sido una psicóloga pro-familia y que está en contra de que los hijos hablen mal de los padres, no se si habra pensado con soy paranoico y no estar capacitada para atender una persona paranoica. No tengo idea porque no me quiso atender y me afectó un poco.
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Desde los 6 a los 13 años nunca fui al médico. Hice los 7 años de la escuela primaria sin ir siquiera a un médico clínico, ni a un pediatra, ni a un control periodico anual.
No era problema de plata porque teníamos obra social y las consultas a un médico hubieran sido gratis. Mi madre tiene formación universitaria y sabe lo importante que son los controles anuales. Mientras que yo no iba a ningún médico, mi madre se hacía todos los controles médicos, ginecológicos, del corazón y no se que otras cosas mas por lo menos una vez al año. No se cual es el motivo de porque no fui nunca al médico a controles.
¿Porque jugar a la lotería con la salud de los demás? ¿porque no jugó con su propia salud y porque no dejó ella de hacer los controles periódicos ginecológicos y todos los otros controles de rutina que se hacía?
A los 6 años dejé de ver a mi padre y a toda la familia de mi padre. Recién a los 11 años volví a ver a mi padre y tener contacto con la familia de mi padre. A los 12 años conocí a mi madrastra, la señora con la que se había juntado mi padre, y su hija. Nunca se habló sobre el tema, no hubo una charla antes del encuentro con mi padre y mi madrastra.
De 6 a 13 años es uno de los periodos más importantes en la vida de un niño, es un periodo crítico. Mientras que de 32 a 39 no es ningún periodo crítico en la vida de una mujer, ni siquiera se produce la menopausia en esa edad, recién empieza a los 45 años. Además de los controles médicos que se hacía iba a un psicólogo en cordoba y yo tenia que esperar afuera encerrado en el auto. Mi madre decía que los chicos no tienen que ir a un psicólogo ya que un chico no tiene problemas que tratar con un psicólogo.
Yo era muy petiso y rellenito. Mi madrastra se burlaba y decía que iba a tener problemas de grande. Yo era tan petiso que en séptimo año fui elegido para la bandera y tengo fotos donde no le llego ni a los hombros las escoltas, las chicas me sacaban más de una cabeza de altura.
Recién a los 13 años y luego de mucho insistir mi madre me llevó a un médico. El médico era un urólogo. Creo que era el ginecólogo que atendía a mi madre o tenía un consultorio en el mismo lugar. Todo el mundo preguntaba porque fui a un urólogo. Mi madre decía que un urólogo es un médico y yo le había pedido ir a un médico para ver si tenía un desarrollo normal. Mi madre tendría que saber que un urólogo no es un médico clínico.
El médico me preguntó cómo me iba en la escuela, si tenía amigos, que es lo que me gustaba hacer. Yo en ese momento tenía una vida social muy pobre, me la pasaba encerrado en la habitación. Le conté de mis problemas, creo que me largue a llorar. Mi madre, cuando salimos, en vez de decir que íbamos a ver cómo solucionaba los problemas que había contado me dijo que nunca más íbamos a ir ver ese médico.
Yo seguía insistiendo por el problema de que era petiso y que quería ir a ver un médico. Mi madre tenía una amiga que trabajaba en el Colegio Manuel Belgrano de Córdoba. El colegio manuel belgrano en córdoba tiene un médico que atiende en caso de accidentes a los alumnos. Yo no era alumno de ese colegio pero mi madre me llevó con ese médico. Creo que a esa edad sentí por primera vez lo que es vergüenza ajena. Hablamos con el médico, el médico dijo que solo atiende a alumnos de la escuela y en casos muy excepcionales se atiende a chicos muy pobres que no tienen otro recurso a dónde ir. El médico me vio así nomás por arriba y me dijo que estaba todo bien y que no tenía ningún problema.
Yo seguía insistiendo y quería una segunda opinión. Para que no insista mas mi madre busco, o algunas de sus amigas le recomendó, un médico privado que cobraba 50 dólares cada consulta. Ahora vas a dejar de molestar con que quieres ir a ver un médico, estoy pagando un dineral la consulta, mi madre me decía, con tantas cosas que se necesitan hacer en la casa, mira la plata que voy a pagar. El médico pido un simple análisis clínico de sangre y salió que tenía hipotiroidismo y que tenía que tomar levotiroxina.
Además, en la consulta, el médico me midió el tamaño de los testículos, me pregunto si me hacía la paja y si eyacula leche, o eyaculaba jugo, y como yo no supe decirle me pido que me haga la paja delante de para que el pueda ver. Creo que hoy en día eso se consideraría abuso.
No tengo explicación de porque no fuimos a un médico endocrinólogo de la obra social. La endocrinología no es una especialidad tan desconocida, ni se necesita un estudio tan complicado para saber si tenía hipotiroidismo. Un simple análisis de sangre da los valores de tiroxina. Tampoco es un tratamiento desconocido, ni complicado, una pastilla de levotiroxina por dia.
Tal vez mi madre quería pagar esa cantidad de dinero para compensar que desde los 6 años hasta los 13 nunca había ido a un médico, o tal vez quería sacarse la culpa pagando mucho dinero y depositarla culpa en mi recriminandome el dinero que estaba gastando, o tal vez quería demostrar a mi padre y la familia de mi padre lo preocupada que estaba por mi salud..
Hector Cravero es mi padre y hace un tiempo que estamos distanciados. La historia es larga. Mis padres se separaron cuando tenía 6 años porque mi padre se exilió del país en la triple frontera. Mi padre se fue del país porque armó una mesa de dinero en La Cumbre, su pueblo natal, donde pusieron mucha plata varios amigos de mi abuelo y gente adinerada del pueblo.
También tenía una mueblería en sociedad con un amigo de mi abuelo. La muebleria vendía a crédito. Los clientes firmaban un pagaré y cuando pagaban las cuotas le daban un recibo. Mi padre vendió todos los pagarés de los clientes a una empresa de cobranza y los clientes tuvieron que pagar dos veces las cosas que compraron a crédito. Además de otro negocio que vendía electrodomésticos en Córdoba capital y que lo único que sé es que quebró fraudulentamente. Con toda la plata de la mesa de dinero y de la venta de los pagaré de los clientes a la empresa de cobranza se fue del país unos años.
Recién cuando tenía 11 años volví a ver de nuevo a mi padre. Se había instalado en La Rioja y se había juntado con una mujer. Yo y mi hermano solíamos ir a fin de año a La Rioja a pasar las fiestas de navidad y año nuevo.
Cuando terminé el secundario empecé a estudiar licenciatura en psicología en la Universidad Nacional de Córdoba. Los primeros años viajaba todos los días desde Río Segundo, lugar donde naci, a Córdoba y en tercer año mi padre me daba plata que me alcanzaba para alquilar una habitación en una pensión de un barrio humilde de Córdoba Capital.
En todos los años que estuve viviendo en Córdoba mi padre solo fue a visitarme una sola vez. Yo solía ir a fin de año a La Rioja a pasar las fiestas. Pero creo que mucho no le gustaba. Yo iba con la intención de pasar las dos fiestas, navidad y año nuevo. Generalmente y él me decía que año nuevo lo iba a pasar con otra gente y me tenia que volver a Córdoba.
Mi padre todos los años se iba de vacaciones durante todo el mes de enero a Mar del Plata Los hijos de los amigos de mi padre me preguntaban porque yo no iba de vacaciones en enero a Mar del Plata y me daba vergüenza decir que mi padre no quería que fuera.
Además de las 2 mueblerias que tenía en La Rioja, Hector tenía otras 2 mueblerias en Catamarca y 3 mueblerias más en la ciudad de Salta.
Una año llame antes de ir a La Rioja para pasar las fiestas y mi padre me dijo que fuera para Catamarca. Cuando llegue a Catamarca me llama y me dice que no iba a poder ir a Catamarca, que yo me quedé en Catamarca a pasar las fiestas y que no vaya a ir a La Rioja porque está sin plata y no podía gastar en pasaje a La Rioja. Así fue que tuve que pasar las dos fiestas, navidad y año nuevo, solo en Catamarca donde no conocía a nadie. El año anterior había pasado solo año nuevo, ese año fue navidad y año nuevo.
No lo vi en todo el año y al año siguiente, a fin de año, vuelvo a ir a La Rioja. Apenas llegó mi padre me dice que no me ve bien y que tengo que ir a ver a un médico clínico que es amigo de él. Yo no entendía qué pasaba, porque me decía eso, yo me sentía bien y estaba igual que siempre. Al día siguiente, preocupado, voy a ver al médico clínico que me dijo mi padre que fuera. El médico clínico me pide un análisis de orina y cuando le llevo el estudio lo mira y me dice que tengo que tomar paroxetina. Paroxetina es un psicofármaco, yo había estudiado esa familia de psicofármacos en la facultad de psicología, se vende con receta, lo receta un psiquiatra, no un médico clínico, luego de un diagnóstico o de por lo menos una charla con el psiquiatra, no por un análisis de orina.
Yo había estudiado licenciatura en psicología, había tenido varias materias de neuropsicología, psicofisiología, psicofármacos, drogadicción, psicodiagnosticos. Cualquiera sabe que un médico clínico, con solo un análisis de orina, no puede recetar un psicofármaco.
Le comento lo que paso con el médico y mi padre me dice que si no tomo lo que me receto el medico me tenia que ir de La Rioja. Y así hice, al día siguiente, un día antes de navidad, me volví a Córdoba.
Pasó el tiempo, hice mi vida en Córdoba y un día voy al banco para solicitar una tarjeta y me informan que no me la pueden dar porque estoy en el veraz como moroso incobrable. Yo no tenía deudas, nunca había pedido ningún crédito de ningún tipo. Pedí un informe en el veraz y resultó que mi padre me estaba usando mi nombre y mi identidad.
Había un negocio fantasma a mi nombre a través del cual realizaba importaciones y exportaciones de mercadería y nunca había pagado un peso a la Afip. Le habían llegado a su domicilio de La Rioja las intimaciones de pago de la afip, el juicio que había iniciado la afip para cobrar, el oficio judicial. La deuda con la Afip sin intereses era el equivalente aproximado de 10 mil dólares. Además me enteré que la línea de celular que él estaba usando en ese entonces estaba a mi nombre y la había sacado falsificando la firma y entregando una fotocopia de mi documento.
A mi espalda, mi padre le decía a todo el mundo que mientras yo estudiaba el Córdoba él me había mandado un montón de plata y que yo era un desagradecido por quejarme de la deuda que tenía con la Afip y por el veraz.
Mi hermano, con el cual no tenía una relación frecuente, creía que mi padre me había alquilado un departamento en un edificio de nueva córdoba, y no sabía que estaba viviendo en una pieza de una pensión en un barrio humilde de Córdoba. A mi hermano le había dicho que yo me iba de vacaciones todos los años a Brasil con la plata que él me daba. La realidad es que nunca me fui de vacaciones a Brasil y la plata que me daba apenas me alcanzaba para pagar la pensión y comer arroz y fideo todo el mes. Después de tantos años de mi padre diciendo mentiras mi hermano no me creía que la plata que me enviaba apenas me alcanzaba para una habitación en una pensión en un barrio humilde de córdoba, que me tenía que ir caminando a la facultad y que comía arroz y fideo. Mi hermano me pidió que solicite al banco el resumen de cuenta de los años en que mi padre me había enviado dinero porque no creía lo que le decía.
Pero lo que más me afectó es que me tomen de boludo. Yo estaba estudiando licenciatura en psicología y cualquiera sabe que con un análisis de orina no podes hacer un psicodiagnóstico, ni receta psicofármacos un médico clínico sin formación en psiquiatría. Yo lo veía a mi padre una vez al año y me quedaba como máximo 4 días en La Rioja. Yo no tenía problemas para dormir, no tenía ansiedad, y depresión, me levantaba todos los días a las 7 de la mañana, caminaba más de 10 km para ir a la facultad, no me drogaba, no tomaba alcohol, no salía de noche.
Tengo derecho a saber porque me querían dar psicofármacos, cual era el diagnóstico que hicieron, que síntomas vieron que tenía. El médico clínico amigo de mi padre estaba recetando psicofármacos a todo el mundo sin psicodiagnóstico y viendo solo un análisis de orina? El médico clínico, amigo de mi padre, me receto psicofármacos a pedido de mi padre y como un favor hizo el teatro de ver un análisis de orina? Porque mi padre me quería recetar psicofármacos, solo lo veía una vez al año y como máximo estaba 4 días, que problemas mi padre creía que yo tenía? .-
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No podes escribir eso de tu padre, no creo que tu padre te haya querido dar psicofármacos, todo lo que escribis habla mas de vos que de tu padre, dijo la tia betty y me lleno de bronca. ¿No creo que tu padre te haya querido dar psicofármacos? Eso no está en discusión, esa no es una duda, eso pasó. Cual es el diagnóstico es una duda, el nombre del medico, un medico clínico con un análisis de orina no puede recetar psicofármacos.. Yo estudiaba psicología, había tenido materias como psicofarmacología, neurofisiología, psicodiagnóstico, las cosas se resuelven hablando y diciendo los motivos por lo cuales tenía que tomar determinada droga y no pagarle a un médico clínico para que haga teatro con un análisis de orina.
Seguro que mi padre hizo cosas buenas, debe haber ayudado a mucha gente y debe haber dado trabajo. Por ejemplo, cuando mi padre volvió al país luego de haber estado prófugo.
Cuando yo tenia aproximadamente 10 años mi tio Negro Martinez vino a Rio Segundo luego de haber estado viviendo con su famila un par de meses en La Rioja.
Mi tio Negro contó que en la Rioja había visto a mi padre y que estaba saliendo con una mujer que se dedicaba a limpiar departamentos de hombres solos. Se decía que trabajaba de prostituta. Durante un tiempo no habia otro tema de conversacion que la noticia que mi tio negro traia sobre mi padre.
Gloria, la novia de mi padre, que en ese entonces supongo que como mucho tenía 18 años, había viajado con su hermana a La Rioja para probar suerte. Eran de catamarca, su familia vivía en una casa antigua, tipo rancho, en una villa de las afueras de catamarca. Gloria ni su hermana tenían estudios, no habían hecho ni la escuela secundaria. En esa época, La Rioja estaba llena de cabaret y prostíbulos.
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Gloria y su hermana deben haber vivido en una pensión cerca de la terminal de ómnibus, una zona roja, y trabajaba limpiando departamentos de hombres solos. El trabajo sexual se oculta como masajista o chicas para limpiar departamentos de hombres solos. Ella decía que junto a su hermana se dedicaban a limpiar departamentos de hombres, pero me parece que no era el departamento de los hombres lo que le limpiaba.
Al poco tiempo de estar en La Rioja, Gloria quedó embarazada, no debe haber sabido ni quien era el padre. Estuvo cerca de convencer a un tipo para que se hiciera cargo de la criatura. Hicieron tarjetas de invitación al bautismo que tenían como padre al tipo. Pero debe haber pasado algo que a último momento el tipo de borro y dejo a Gloria sola y buscando a otro incauto que se haga cargo de la criatura que había tenido.
Mi abuela decía que la chica había nacido con problemitas porque no quería tenerla, había tenido un embarazo complicado porque usaba fajas, o algo por el estilo, o algo habrá hecho, o no quería tenerlo.
Mi padre estaba viviendo en el hotel Talampaya. Un hotel que queda cerca de la terminal de ómnibus de la rioja y había puesto un negocio sobre la avenida Perón. Parece que mi padre necesita que le limpie el departamento y ahí conoce a Gloria. Mi primo, Daniel Caballi, estuvo un tiempo y decía que debutó en La Rioja, espero que no haya sido con la Gloria ni con su hermana.
Nacha (Rebeca), la hija de Gloria, debe haber tenido un poco más de un año cuando mi padre la conoce. Tal vez por lastima empieza a salir con Gloria y por pena le da el apellido a la nena.La hermana de Gloria se vuelve a Catamarca, mi padre abre otra mueblería en Catamarca y pone como encargada del negocio a la hermana de Gloria. Toda la familia de Gloria, incluyendo el novio, o chongo, de la hermana de Gloria, empieza a trabajar en el negocio de Catamarca. Los muebles llegaban semiterminados y había que lijarlos y barnizarlos.
Yo fui a Catamarca cuando tenía 14 años aproximadamente y conocí la mueblería. Recuerdo que fui a comprar algo acompañado por el chongo de la hermana de Gloria. El tipo le gritaba cosas a todas las chicas que veíamos, entró a un bar y saludó a un par de minas, todo muy raro. Parecía como si fuera el chongo de una prostituta y no el novio de la hermana de Gloria.
Parece que la muebleria se habia convertido un cabaret o algo por el estilo porque al poco tiempo mi padre manda a llamar a mi tio negro, que estaba viviendo en Rio Segundo. Tienen que haber sido algo raro lo de catamarca para que a mi padre le haya convenido que venga mi tio negro, se mude de Rio Segundo a Catamarca con su esposa y sus cuatro hijos. Solamente alquilar una casa para los 6 integrantes de la familia de mi tio negro debe haber salido una locura.
Una vez me encontré en la calle a la chica que había sido niñera de la hija de Gloria y empleada domestica los primeros años. Damiana se veía muy destruida y solo habían pasado 7 años desde que dejó de trabajar en la casa de mi padre. Gloria dijo que Damiana se drogaba, que estaba trabajando de prostituta y tenía sida. Es medio raro que una persona que trabajaba de niñera y empleada doméstica de mi padre, con referencia, termine de prostituta, drogadicta y con sida
Dos mueblerias en La Rioja, 2 en Catamarca, otras 3 mueblerías en Salta, una en Tucuman, vivia en el edificio presidente, el mismo edificio donde vivía la hija del presidente, Zulemita Menem vivía dos pisos más arriba, el departamento de mi padre tenía 3 dormitorios y 2 baños, todos los lujos, se tomaba un mes de vacaciones en Mar del Plata y alquilaba una casa de dos plantas para él y los amigos que invitaba. Pero siempre me decía que no tenía plata, que se estaba fundiendo, que no vendía nada.
Un día mi padre me dijo que Gloria se había quejado del olor que dejaba cuando iba de cuerpo y que no iba a poder usar más ninguno de los dos baños del departamento. Me dijo que tenía que ir al baño del bar que está al frente de la plaza y no podía usar el baño del departamento. Me acompañó al bar, habló con los mozos y me mostró el baño que tenía que usar.
Los hijos de los amigos de mi padre preguntaban porque yo no iba de vacaciones a Mar del Plata con mi padre y a mi me daba vergüenza decir que porque mi padre no quería que fuera. Íbamos a La Rioja a pasar navidad, a Rebeca le regalaban regalos carísimos y a nosotros nos compraban zapatos, pantalón y camisa para que estuviéramos presentables en la cena de navidad.
Yo le decía a mi madre que no quería ir más a La Rioja, que me hacían destrato y ella me decía que tenía que seguir yendo a La Rioja porque cuando sea grande me iba a poner un negocio a mi nombre. Tal vez mi padre le deba plata a mi madre y no quería perder el beneficio, no le importaba el maltrato de Gloria y mi padre y le tenía sin cuidado que me sintiera despreciado.
Rebeca, la hija de Gloria, a pesar de todos los “problemitas en el embarazo”, de los problemas de aprendizaje, y gracias a todas las maestras particulares y tratamiento, a la escuela secundaria privada, a la universidad privada, no solo terminó la escuela primaria y secundaria sino que también consiguió un título universitario.
La historia de Gloria hubiera sido muy diferente, posiblemente hubieran terminado como Damiana, si mi padre no la hubiese ayudado. Gloria y su hermana, dos chicas de una familia muy humilde de catamarca que llegaban a La Rioja, con 18 años, madre soltera, no tenían estudio, sin siquiera haber hecho el secundario.-
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